martes, 29 de enero de 2013

Una cuestión de oído... o de oreja.

Casi todos los dibujantes tenemos alguna limitación (me refiero en eso de dibujar) a veces "algunas", pero eso no impide que podamos ejercer nuestra labor profesional con cierta dignidad, nos vamos adaptando. Por ejemplo entre las limitaciones que a mí me adornaban, siempre sobresalió una, que en cierto modo aún ahora que estoy muerto, sigue llamando mi atención... ¡ejem! no sé si me voy a atrever a decirlo... bueno venga... "yo nunca supe dibujar orejas", así como suena, llegué a saber dibujar, hasta una bicicleta, pero una oreja... jamás. Nunca vi nada más complejo que eso que llaman pabellón auditivo. Si observáis mis dibujos, veréis que siempre están disimuladas, cuando no, ocultas, incluso llegué a no ponerlas...,al final opté por simplificarlas, sintetizarlas al máximo, así colarian. Yo de joven hacía dibujo de ese que llamamos realista, pero al final opté por el dibujo que llamamos humorístico, sencillamente porque me iba a resultar más fácil dibujar las orejas. Hay que ir adaptándose.

   Algunos ejemplos de como evitar dibujar orejas.


1 comentario:

Manolo Trujillo dijo...

Ja,ja,ja....no lo sabía, que curioso. Creo que todos los dibujantes tenemos nuestro talón de Aquiles. A mí lo que siempre se me ha dado muy mal son las chicas...me refiero a dibujarlas...bueno y a lo otro también...ja,ja,ja..